¿La pérdida auditiva es hereditaria?

¿Corre el riesgo de padecer pérdida auditiva hereditaria? Es una pregunta que persigue a muchos pacientes cuando empiezan a experimentar dificultades con sus oídos. 

La realidad es que una discapacidad auditiva puede tener un origen genético, es decir, hereditario. Incluso se estima que estas patologías afectan a 1 de cada 200.000 personas a nivel global y que entre un 35 y 50% de las sorderas por envejecimiento se desarrollan por un componente hereditario.

¿Cómo se clasifican las pérdidas auditivas hereditarias? 

Médicamente conocidas como hipoacusia, y comúnmente denominadas sorderas. Son el día a día de millones de personas y cuando están causadas por una mutación genética se clasifican en dos categorías muy específicas:

1. Sindrómicas

Como lo indica su nombre, son aquellas pérdidas auditivas hereditarias que se desarrollan a partir de un síndrome genético que puede incluir a la sordera entre sus síntomas. Son más de 400 patologías y casi siempre tienen que ver con una malformación del oído externo o de algún otro órgano cercano. 

Representan el 30% de los casos, aproximadamente, y pueden desarrollarse en cualquier momento de la vida, desde la niñez temprana hasta la adultez tardía.

2. No sindrómicas

Acaparan el 70% restante de los casos y son las sorderas que aparecen sin el acompañamiento de otros síntomas. Un estudio genético puede indicar el riesgo que corre una persona de llegar a desarrollarlas en su crecimiento, pues se han identificado a la mayoría de los genes causantes de estas patologías.

Ejemplos de afecciones auditivas hereditarias 

Tomando en cuenta que el factor genético tiene gran peso en las afecciones auditivas, se puede afirmar que existen muchos ejemplos de pérdidas auditivas hereditarias.

  • Síndrome de Pendred: es una sordera temprana que suele desarrollarse en niños menores a 3 años, y también afecta el equilibrio y la segregación de hormonas en la tiroides. 
  • Síndrome de Usher: combina una afectación de la audición con serias limitaciones en la visión, existen distintos grados de gravedad y siempre se desarrollan en edades tempranas. Los padres pueden ser portadores de la mutación genética sin desarrollar un solo síntoma.
  • Otosclerosis: puede ser hereditaria, aunque también se desarrolla por factores ambientales aislados. Consiste en la afectación del tamaño de tres huesecillos del oído medio, lo cual termina imposibilitando la vibración del estribo y con ello el sonido deja de transmitirse adecuadamente.

¿Es posible tratar una pérdida auditiva si es hereditaria?

Las hipoacusias hereditarias claramente pueden aparecer tanto en la niñez como en la adultez. Síntomas como el desequilibrio o un constante tinnitus pueden alertar a un paciente que ya ha experimentado este sentido. 

Con los bebés y los infantes pequeños el panorama es distinto, y una incapacidad para prestar atención a los llamados de los padres o para iniciarse en el aprendizaje lingüístico son las señales de alerta.

En ambos casos el tratamiento incluiría el uso de audífonos. Dependiendo del diagnóstico podrían incluirse implantes en el canal auditivo o implantes cocleares, que ya se encuentran en otro nivel de complejidad.

En Clínica Dinamarca contamos con un equipo especializado de médicos que se presentan como su alternativa ideal para controlar el desarrollo de una pérdida auditiva hereditaria. 

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