Los cambios en la vida siempre presentan retos para quien los afronta, y si estos tienen que ver con la salud de la persona, todo puede complicarse un poco más. Del mismo modo, es un hecho que existen ciertas consecuencias psicológicas de la pérdida auditiva, ya que este es un reto que limita fuertemente la comunicación del individuo.
Asimismo, también es una realidad que estas complicaciones pueden prevenirse en la medida de lo posible, e incluso si llegasen a desarrollarse, su pronta detección es esencial.
Consecuencias psicológicas de la pérdida auditiva
Los audífonos para pérdida auditiva representan una segunda oportunidad para todas las personas que han visto deteriorada su salud auditiva. Este impacto no sólo es en la audición, si no en todos los aspectos de la vida de la persona que ha sufrido pérdida auditiva.
Es por ello que en Clínica Dinamarca planteamos 5 ejemplos de las consecuencias psicológicas de la pérdida auditiva. Para que así puedas entender a cabalidad el espectro completo de la situación mental a la que se enfrenta un paciente recién diagnosticado.
1. Ataques de pánico
Pueden ser esporádicos o reiterativos, ya que son una respuesta psicológica que se da por una situación determinada en la que la persona se siente fuertemente comprometida ante un riesgo inminente. De modo que al aplicarse a un contexto de pérdida auditiva, se sabe que suceden cuando el paciente cae en cuenta de las limitaciones que está enfrentando.
Hay que recordar que la angustia es bastante abrumadora ante la pérdida de un sentido tan elemental como la audición que hasta ese momento ha marcado el día a día del individuo.
2. Ansiedad generalizada
De la misma forma, es muy probable que el individuo sufra de episodios o periodos de ansiedad generalizada en los que incluso las actividades pequeñas se sentirán complicadas.
A su vez, esto se conecta con la inseguridad e incertidumbre que les genera un problema de salud como la pérdida auditiva. El cual en algunas ocasiones no es solucionable sin algún procedimiento quirúrgico o si es una condición permanente y degenerativa.
3. Aislamiento social
La suma de esos factores anteriores hacen que la persona se aísle de su entorno por su incapacidad para comunicarse apropiadamente con ellos y también por sus propios conflictos internos.
Este aislamiento se tiene que frenar de manera oportuna, ya que su desarrollo y agravamiento puede desembocar en diagnósticos psicológicos más complejos como la depresión.
4. Trastornos de la personalidad y de estrés postraumático
Los ciclos de ansiedad, la fobia social y la depresión pueden juntarse y son el terreno ideal para el desarrollo de trastornos de la personalidad y de un síndrome de estrés postraumático. Siguiendo la idea, estos limitarían aún más la calidad de vida del paciente y serían perjudiciales para las oportunidades para una recuperación y sanación mental.
Estos factores complicarían toda la aceptación interna que se requiere para seguir un tratamiento auditivo.
Por otra parte, algunos ejemplos de estos trastornos puede ser el de obsesión-compulsión, que son comportamientos erráticos y repetitivos que deben de cumplirse sin objeciones. Una interrupción de ello perturba la paz y tranquilidad de la persona, pero es un hecho que estos patrones de conducta limitan la asimilación personal del diagnóstico.
Cuide su salud auditiva con los especialistas de Clínica Dinamarca. Estamos listos para ayudarle a tener una mayor calidad de vida aún con pérdida auditiva.
Lo estamos esperando.