Recuerdo cuando mi hermano tenía 5 años, estaba en materno, y la profesora le decía a mi mamá que él no escuchaba, que le tenía que repetir porque él nunca respondía. Con el paso de los meses y la insistencia de la profesora en que mi hermano no escuchaba causó preocupación a mis papás, por lo que decidieron acudir al hospital a consultar. En éste le refirieron al ORL (otorrinolaringólogo) con el fin de ver qué estaba pasando y buscar alguna solución.
Al llegar a la cita le comentaron al doctor las actitudes que presentaba mi hermano, que indicaba la profesora de materno, y que ellos pensaban que era distraído. Este le recomendó que debía de operarlo para la colocación de tubos timpánicos y que eso iba a solucionar los problemas. Mis padres, al desconocer de la importancia y el acompañamiento de un audiólogo con base en las diferentes pruebas que se le pueden aplicar a un niño para detectar si existe una disminución en la capacidad auditiva, accedieron a la operación.
Al estar desesperados porque no vieron el avance, volvieron a asistir a la consulta y el doctor les recomendó finalmente que le realizaran una audiometría para ver cómo era el estado de la audición de mi hermano. Al tener los resultados encontraron que presentaba una pérdida de audición moderada y que debía de utilizar audífonos por una mala praxis del doctor.
Desde ese momento que tuvimos esa experiencia nos dimos cuenta de la importancia de asesorarse adecuadamente y buscar un especialista que realizara estas pruebas a la audición antes de realizar cualquier intervención quirúrgica. Ahora como audióloga, siendo profesional y teniendo esta experiencia desde pequeña, es importante conocer sobre los pasos que debemos de seguir durante el desarrollo del niño.
Tamizaje Neonatal Auditivo: En las primeras 24 a 48 horas de vida se realiza el tamizaje antes de que sean dados de alta en el hospital. Se realiza para detectar de manera temprana los problemas auditivos y permitir iniciar con las intervenciones lo antes posible, garantizando una audición saludable en el futuro.
Chequeo auditivo anual: Una vez al año debemos acudir al audiólogo para realizar el control auditivo. Al igual que el examen de sangre o de la vista, permite monitorear la salud auditiva y educarnos sobre cómo proteger la audición y prevenir la pérdida auditiva.
Pasos para el adecuado asesoramiento sobre la salud auditiva en los niños:
Recapitulando la anécdota inicial, mis padres, después de tanta preocupación, llegaron a Clínica Dinamarca. Con su profesionalismo y trato cálido, lograron dar una rehabilitación auditiva adecuada a mi hermano, quien, después de casi 20 años, ha tenido una calidad de vida exitosa. Es fundamental que su hijo se realice el control audiológico anual. Con el apoyo de escuelas y colegios, se está promoviendo el tamizaje auditivo regular. Además, es esencial educar a nuestros hijos sobre cuidados preventivos para proteger sus oídos, un sentido vital para nuestro bienestar diario.
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