¿Es posible que un dispositivo tan pequeño pueda devolver la esperanza y la oportunidad de comunicación a quienes viven con pérdida auditiva?
Esta fue la pregunta que realizó Pablo un día en consulta. Recuerdo a ese joven de 30 años con tantas interrogantes sobre cómo la pérdida de audición que le detectaron a sus 8 años había estado progresando y él mismo sentía que sus audífonos ya no le estaban ayudando como antes. - ¿Qué es el implante? ¿Cómo voy a escuchar? ¿Es riesgosa esa cirugía? - Estas y otras preguntas fueron las que se aclararon ese día.
El implante coclear se puede describir como un dispositivo que reemplaza en cierta manera a una parte del oído interno y, a grandes rasgos, transforma el sonido en energía eléctrica para que esta sea transmitida directamente al nervio auditivo y continúe su camino natural hasta la corteza auditiva.
Este dispositivo consta de dos partes: una interna y otra externa. La parte interna se coloca mediante una cirugía que, si bien suele ser rápida, puede presentar ciertas complejidades, como cualquier otra intervención médica. Sin embargo, los avances en técnicas quirúrgicas han reducido significativamente los riesgos, tales como problemas con la anestesia, alteraciones en el gusto, parálisis facial, mareos o infecciones en el sitio del implante.
Otra de las preguntas de Pablo era si la parte interna del implante era segura, y ahí fue donde se le explicó sobre Cochlear, una empresa líder en el desarrollo de dispositivos médicos auditivos. Cochlear ha sido reconocida como la empresa de salud más confiable del mundo en el ranking 2024 de Newsweek y Statista. Además, en su reporte de confiabilidad del año 2023, sus electrodos más recientes lograban un 99.82% de supervivencia acumulada en cinco años, lo que garantiza un beneficio continuo para los usuarios.
Aproximadamente un mes después de la cirugía, si todo ha transcurrido con normalidad, se procede a la activación. Durante este proceso, se coloca la parte externa del implante y se calibra para que la información auditiva se transmita adecuadamente. Aquí surgió otra pregunta: ¿Cómo es la parte externa, es igual a un audífono?
La parte externa del implante coclear no funciona igual que un audífono. Sin embargo, debido a los nuevos diseños, puede tener algunas similitudes físicas. Cochlear ha desarrollado procesadores avanzados como el Kanso 2, que va sobre la piel y se sostiene con un imán, y el Nucleus 8, que es más pequeño y se coloca detrás de la oreja.
El siguiente paso es la rehabilitación auditiva, un proceso que requiere tiempo y paciencia. Es completamente normal que, al inicio, los pacientes identifiquen sonidos sin poder distinguir claramente lo que se dice. Por ello, es fundamental complementar el proceso con terapia de lenguaje, permitiendo a la persona adaptarse y desarrollar habilidades auditivas efectivas.
A través de la historia de Pablo, vemos cómo un implante coclear es mucho más que un dispositivo médico. Es una herramienta que transforma vidas, devolviendo no solo la capacidad de escuchar, sino también la posibilidad de comunicarse plenamente con los demás. Aunque el camino hacia la rehabilitación auditiva no siempre es fácil, los avances en cirugía auditiva moderna han demostrado su efectividad y confiabilidad a largo plazo.
¿Por qué no dar la oportunidad a un futuro donde la audición no sea un desafío, sino una puerta abierta a nuevas experiencias, relaciones y oportunidades? Sin duda, la respuesta está en la ciencia, la innovación y el compromiso con el bienestar de las personas.
Si al igual que Pablo, tiene dudas o consultas sobre este tema, en Clínica Dinamarca le estarán esperando profesionales altamente calificados que pueden brindarle información y orientación al respecto. No dude en contactarnos al 2221-4545 o al WhatsApp 8479-4545.
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